Si ellos endurecen nuestras condiciones de vida, endurezcamos nosotros la lucha. No nos queda otra. El gobierno más mentiroso y reaccionario de los últimos años no da tregua a la clase trabajadora, arrebatándonos día sí y día también, derechos y condiciones que con tanto esfuerzo hemos conquistado, a base de recortes que llegan siempre en los mismos campos, donde más daño le hace a nuestra clase.
Se legitiman estos brutales recortes con la gran mentira de lo que llevamos de siglo XXI: La archiconocida crisis económica mundial que, según dicen, a todos nos ahoga. No olvidemos ni un instante, que esta crisis que ellos justifican con el ya manido “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” ha sido provocada por este sistema capitalista e inhumano, liderado por los especuladores financieros, los banqueros, las multinacionales, los grandes empresarios, y, por supuesto, los políticos neoliberales y corruptos, cuyo fin es exprimir hasta la última gota al proletariado en favor de sus intereses, que poco o nada tienen que ver con los que tiene el pueblo.
Y para nosotros los jóvenes... ¿qué quieren para nosotros desde arriba? Una destrucción total del pilar básico que sostiene nuestra sociedad, la Universidad pública y de calidad, y que va a convertirse en un lujo inalcanzable para la clase trabajadora,y que implica un retroceso sin precedentes en materia educativa con el incremento progresivo y desproporcionado de las tasas, y el endurecimiento de los requisitos para obtener becas, así como la merma en la calidad del profesorado, exigiéndole a éste un aumento de su carga docente, que repercutirá de manera directa en el estudiante.
¿Y qué alternativas nos dan? Abandonar el nido y emigrar a otros países cuando vemos, con todo el dolor de nuestro corazón, cómo el sobrehumano esfuerzo que han hecho nuestros padres por darnos una educación digna, se queda en una simple anécdota que apuntar en un curriculum que será tirado a la basura. O lo que es peor, que generaciones venideras ni siquiera van a poder continuar sus estudios por culpa de esa brutal subida de tasas que ya está azotando las matrículas de este curso que sólo acaba de comenzar.
No podemos consentir esta sarta de despropósitos contra una de las pocas armas que tenemos para librarnos de sus hilos con los que nos atan como a marionetas.
Por eso, tomemos las calles, las facultades, y demostremos, una vez más, que ¡la educación no se vende, se defiende!
Jueves 18 de octubre hay convocada una manifestación, a las 18:00h en el rectorado de la Universidad de Sevilla, a favor de una Universidad pública y de calidad.
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