La conflictiva reforma que se pretende implantar desde la Unión Europea en las Universidades de toda España, también conocida como Tratado de Bolonia, no está siendo recibida por los estudiantes de la manera que el Gobierno esperaba. La manifestación convocada el día 13 de Noviembre es claro ejemplo de ello.La manifestación fue convocada por los estudiantes universitarios de los grupos de trabajo de las facultades y algunos profesores de Universidad, tanto en Sevilla (que comenzó su salida desde el Rectorado) como en otras ciudades de España; Madrid, Barcelona, Navarra, Málaga, Valencia, Burgos, Granada, Logroño, Vigo y Valladolid. El único problema llegó de manos del Sindicato de Estudiantes, que pretendió adueñarse de esta manifestación convocada por los grupos de trabajo de las diferentes universidades de Sevilla.
Desde la Federación de Estudiantes Progresistas de Enseñanzas Medias y la Federación de Estudiantes Progresistas Universitarios (FEPEM-FEPU) estamos realizando charlas formativas tanto en los institutos de Sevilla capital como en la provincia, donde los jóvenes con los que nos estamos reuniendo están totalmente desinformados de la nueva normativa educativa que emana de Espacio Europeo de Educación Superior.
Básicamente, lo que el Plan Bolonia pretende es la privatización de la educación a partir de medidas como la reducción de las becas, que serán entregadas por el Banco Santander Central Hispano con el nombre de becas-préstamos y becas-renta: algo así como un crédito bancario; la reforma de Licenciaturas y Diplomaturas en Grados y Posgrados, que serán entregados por empresas privadas según la necesidad del mercado con el posterior cierre de las facultades que no sean rentables en el marco del mercado laboral.
Esta medida, aparte de privatizar la Universidad, pretende crear una clase elitista dentro de la facultad dónde solo quién pueda pagarse este tipo de educación tengan acceso a ella; los que no, como a lo largo de la historia, son los hijos de los trabajadores, que verán sus posibilidades de futuro más complicadas que nunca.
A pesar de la intransigencia del Gobierno a escuchar la opinión de los estudiantes, nosotros estamos unidos ante una medida que daña los intereses de la clase obrera, y nuestros intentos por seguir acercándonos a los institutos de la zona Macarena-Macarena Norte, como ya lo hemos hecho en el I.E.S Macarena, I.E.S Llanes, I.E.S Pino Montano entre otros, no cesaran hasta encontrar una solución por parte del Ministerio de Educación a la clase más modesta de esta sociedad.
Ahora es necesaria nuestra unión ante estos ataques a los intereses que ya no afecta solo a los estudiantes, sino a toda la clase obrera.
Desde la Federación de Estudiantes Progresistas de Enseñanzas Medias y la Federación de Estudiantes Progresistas Universitarios (FEPEM-FEPU) estamos realizando charlas formativas tanto en los institutos de Sevilla capital como en la provincia, donde los jóvenes con los que nos estamos reuniendo están totalmente desinformados de la nueva normativa educativa que emana de Espacio Europeo de Educación Superior.
Básicamente, lo que el Plan Bolonia pretende es la privatización de la educación a partir de medidas como la reducción de las becas, que serán entregadas por el Banco Santander Central Hispano con el nombre de becas-préstamos y becas-renta: algo así como un crédito bancario; la reforma de Licenciaturas y Diplomaturas en Grados y Posgrados, que serán entregados por empresas privadas según la necesidad del mercado con el posterior cierre de las facultades que no sean rentables en el marco del mercado laboral.
Esta medida, aparte de privatizar la Universidad, pretende crear una clase elitista dentro de la facultad dónde solo quién pueda pagarse este tipo de educación tengan acceso a ella; los que no, como a lo largo de la historia, son los hijos de los trabajadores, que verán sus posibilidades de futuro más complicadas que nunca.
A pesar de la intransigencia del Gobierno a escuchar la opinión de los estudiantes, nosotros estamos unidos ante una medida que daña los intereses de la clase obrera, y nuestros intentos por seguir acercándonos a los institutos de la zona Macarena-Macarena Norte, como ya lo hemos hecho en el I.E.S Macarena, I.E.S Llanes, I.E.S Pino Montano entre otros, no cesaran hasta encontrar una solución por parte del Ministerio de Educación a la clase más modesta de esta sociedad.
Ahora es necesaria nuestra unión ante estos ataques a los intereses que ya no afecta solo a los estudiantes, sino a toda la clase obrera.
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