Ayer, 16 de mayo, tuvo lugar en el Centro Cívico Entreparques (Pino Montano) un acto público sobre la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa). Contamos con la presencia de una especialista en la materia, profesora de secundaria y sindicalista de CCOO que nos fue desgranando uno por uno los cambios más importantes que nos trae la nueva reforma educativa.
La compañera nos deleito con una ponencia sobria, clara y, sobre todo, profundamente esclarecedora de lo que va a suponer la aprobación de esta ley. Si lo permitimos, claro está. Convertir los recortes en ley, facilitar la privatización de la escuela pública, poner trabas en forma de revalidas a los alumnos cada dos años separando a los niños dependiendo de los resultados de estas pruebas, acabar con la autonomía aumentando la centralización de la educación, acabar con la democracia interna existente en los centros, etc. son sólo algunas de las claves que la ponente nos señaló. A su finalización, tuvimos un rico debate, expresamos nuestras reflexiones sobre esta nueva reforma y planteamos algunas dudas que nos habían ido surgiendo.
Detrás de esta ley, como del resto de recortes en educación, el Gobierno del PP pretende dos cosas. Primero, convertir la educación en una mercancía, comprar y vender la posibilidad de estudiar. La educación no tiene que ser una fuente de ingresos para una empresa, es una apuesta de futuro para tener una sociedad mejor preparada pero esto “se le olvida” a nuestros gobernantes neoliberales. Segundo, y más importante si cabe, el PP quiere que los hijos de los obreros no se instruyan, no sepan, no tengan la posibilidad de aprender, quiere poner obstáculos a la enseñanza de calidad y gratuita para todo el mundo, convertirla en otro cortijo más de la derecha. Un pueblo ignorante es un pueblo manejable y manipulable. Puedo imaginarme como se relame el señor Wert. Ni la rotundamente exitosa huelga educativa del pasado 9 de mayo ni los cientos de miles de manifestantes a lo largo y ancho de nuestro país rechazando esta reforma, le ha sido suficiente al gobierno para paralizarla más de una semana. La única vía que nos queda es la calle y la protesta. Allí tenemos que estar para seguir combatiendo las injusticias sociales que cada día se acentúan más en los derechos de las capas populares de nuestro país.
Paremos la LOMCE
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