El histórico líder comunista Manuel Gonzalo Mateu falleció este sábado a la edad de 84 años en su casa de Bellavista. Sus restos mortales han sido incinerados este domingo en el cementerio municipal de Dos Hermanas.
Manuel Gonzalo Mateu forma parte de la historia social y política del barrio sevillano de Bellavista, siendo una de las pocas personas que ha sido honrado en vida por el Ayuntamiento con la rotulación de una calle en reconocimiento a su trayectoria de lucha y de trabajo en defensa de los más desiguales, tanto en el sindicalismo en CCOO, como en el Partido Comunista e Izquierda Unida.
Nació en Guarromán (Jaén) el 18 de junio de 1929 en el seno de una familia humilde y pobre. El golpe militar de 1936 le cambió la vida, como a toda España. Educado en la escuela pública de la República, hijo de un concejal, miembro del PCE y panadero, que tras luchar en la guerra fue condenado y encarcelado, tuvo que dejar el colegio muy pronto y trabajar desde niño en el campo y como minero.
De su pueblo natal pasó a Ciudad Real y, finalmente, se trasladó a Sevilla, a su barrio de Bellavista. Con sus antecedentes es lógico pensar en su compromiso político y social; éste se hizo patente en su actividad sindical, política y vecinal.
Su vida estuvo marcada por una lucha continua llena de logros y de sinsabores: la clandestinidad, la represión y la cárcel, la construcción de las Comisiones Obreras, el sindicato vertical y los derechos de los trabajadores, las huelgas, los sufrimientos familiares, la transformación del barrio de Bellavista... Su historia es la de un hombre lleno de convicción.
Autor del libro “Una vida gota a gota”, en el que relata una vida sincera e intensa, entregada al trabajo por una sociedad mejor, por la libertad y por la felicidad del ser humano. La trayectoria entera de Manuel Gonzalo ha sido un grito de rebelión, de ánimo contra la opresión, de resistencia a despedida manolo gonzalo2cualquier poder por despótico que sea, de optimismo de la voluntad y también de la inteligencia contra la resignación que nos pretenden imponer.
En el cementerio de Dos Hermanas, en el monumento que recuerda a las fusiladas y fusilados en defensa de la legalidad republicana y en contra del golpe de estado de Franco, su partido y su familia han querido rendirle este domingo un homenaje. Cientos de personas se han dado cita en este lugar, donde han podido oír una de sus poesías favoritas y escuchar la canción en la que el grupo Jarcha cantó a Miguel Hernández en “Aceituneros altivos”.
Los secretarios provincial y local del PCA de Sevilla, Carlos Vázquez y José Manuel García respectivamente, así como la dirección de su sindicato CCOO, han acompañado a la familia en este homenaje, junto a un nutrido grupo de militantes que portaban banderas de las JCA, del PCA y de la República.
En este acto, además de intervenir para agradecer emocionado a los presentes su apoyo, su hijo Pedro Gonzalo ha dado la palabra a José Manuel García, a la sazón coordinador local y portavoz municipal de IU en Sevilla.
García ha rememorado la trayectoria de lucha y de sufrimiento, encarcelamiento y exilios del militante fallecido y su permanente llamamiento a la unidad en la defensa de los trabajadores, señalando su especial esperanza en la juventud comunista y organizada a la que definía como depositaria del futuro.
Con el himno de “La Internacional” cantado por los presentes, puño en alto, se ha despedido al camarada Manuel Gonzalo Mateu, que deja un imborrable recuerdo y una trayectoria que marca el camino por el que quienes le conocieron desean seguir.
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