José Luis Centella, candidato número uno al Congreso de los Diputados por la lista de Izquierda Unida de Sevilla, ha caminado los tres kilómetros que separan “El Paso de la Nena” en Morón de la Frontera, hasta las puertas de la base aérea que tiene la OTAN en esta localidad y que sirve de puente en las agresiones imperialistas para el control de los pueblos y sus recursos.
Más de un millar de personas que han reunido las organizaciones convocantes de esta marcha, que también llaman a la movilización el próximo domingo día 6 contra la base naval de Rota y el día 13 contra la de Gibraltar.
Izquierda Unida se suma así al conjunto de organizaciones que componen la Plataforma Andaluza contra las Bases y la sumisión de los distintos gobiernos de España, tanto del PP como del PSOE (que en materia de Defensa no tienen la más mínima diferencia) que han convertido las provincias de Sevilla y de Cádiz, tierras de paz, en cuarteles desde los que sale la muerte y la masacre de los pueblos. Reclamamos los recortes, estos sí, en gastos militares. Reivindicamos el desmantelamiento, por supuesto, de las bases norteamericanas y denunciamos, evidentemente, el tratado militar entre el estado español y los Estados Unidos.
La nueva monstruosidad perpetrada en Rota a través de la ubicación allí del “escudo antimisiles” no es otra cosa que una nueva artimaña para justificar la existencia de guerras, armamento y recortes sociales.
Jamás cesaremos de movilizarnos contra estas instalaciones de muerte que van contra la evolución humana, las relaciones diplomáticas entre los pueblos y la paz como exponente final y único de la civilización. La apuesta por la vida, frente a los que con la cínica excusa de “defender” los Derechos Humanos, promueven la guerra global, reclamando la paz a fuerza de bombardear y destruir sociedades enteras con tal de quedarse con el petróleo o el gas de sus territorios.
Nuestro país, tradicional territorio de paz, de la mano de los gobiernos del PSOE y del PP, abandonó definitivamente la estrategia diplomática para sumarse, descaradamente, al lado de los agresores, de los imperialistas y de los que promueven las guerras para sacarse pingües beneficios.
Contra esta vergüenza clamamos desde la izquierda. Y exigimos el abandono de las “misiones” de Afganistán, de las costas de Somalia o de cualquiera otra que ha tomado el bando de los que sangran a los pueblos para enriquecerse miserablemente. ¿Qué hace este país al lado de tantos asesinos?
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