19 abril 2013

Terrorismo informativo



Puede que a algunos llame la atención este rotundo titular. “Manipulación inmoral” también hubiera valido. Habrá –afortunadamente- muchas personas que ni sepan a qué nos estamos refiriendo. Mejor. Seguramente por su salud espiritual, por su tranquilidad mental y por un mínimo de aprecio a la verdad habrán dejado de leer un periódico católico, monárquico, cada vez más conservador y firme defensor de la iniciativa privada frente a lo público. Un periódico acostumbrado a adaptar la información para que encaje con su versión. ¿La verdad? Ese pequeño detalle es lo que menos le importa. Ah. También lleva grapa.

Para aquellas y aquellos a los que la mañana del 15 de abril nos sorprendió una portada indecente que insinuaba una relación de Izquierda Unida –y otras organizaciones políticas y sociales del ámbito de la izquierda- con los presos de una organización terrorista, solo nos cupo el estupor, la perplejidad y, pasados unos minutos, la indignación.

Creíamos tenerlo ya todo visto. Que si República Bolivariana de Andalucía. Que si los parlamentarios comunistas son en realidad unos traidores capitalistas. Que si gastamos en viajes o enchufamos a militantes. Que si radicales, que si sobreactuamos. De pronto somos insignificantes para al día siguiente ser determinantes. Creíamos que a las portadas de ese instrumento propagandístico de la derecha extremista poco más le quedaba por utilizar.

Estábamos equivocados. Su manipulación informativa no tiene límite. Y, además, la secuencia siempre es la misma: el diario apunta y el PP dispara. Ya ha salido la AVT insinuando el apoyo a la banda terrorista y Cospedal –ojo, nivel “todo el territorio nacional”- lo da por cierto y urge a IU y a Griñán a explicar porqué los presos se han dirigido a nuestra organización.

De poco sirve que vengan los desmentidos. Simplemente no aparecen. De poco que Valderas niegue la mayor y asegure que lo más cerca que ha estado de la banda armada ha sido cuando estuvo en el punto de mira de sus pistolas siendo Presidente del Parlamento de Andalucía.

Qué más da. Lo cierto es que la campaña andaluza –y en Sevilla lo sabemos bien- no ha hecho nada más que empezar. Cuando se expropia a los bancos el uso de una vivienda embargada para que no se expulse de ella a las personas más vulnerables, eso ya son palabras mayores. Eso es meterles la mano en el bolsillo. Y toda la artillería ya dirige sus cañones contra Izquierda Unida, la izquierda que ha llegado al gobierno andaluz a transformar –de manera todavía insuficiente, pero a transformar- ciertas injusticias que no admiten demora.

¿Cuál será la siguiente portada? Tratamos de imaginarlo pero no nos atrevemos ni siquiera a sugerirlo… no vaya a ser que lo utilicen. De todas formas, qué más da. Sabemos que cuando la derecha nos ataca es porque algo de lo que hacemos no les gusta. Y, por lógica, sí que viene bien a los trabajadores y a las clases populares en esa batalla continua de la lucha de clases. Sería terrible lo contrario y observar el aplauso grapado por la mañana. Vacunados estamos.

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