Los 3.968 fusilados en la tapia del cementerio de Granada durante la Guerra Civil y la represión franquista no tienen ningún lugar para la memoria. La placa-homenaje a las víctimas, colocada por las asociaciones de víctimas el pasado día 20 de julio, fue retirada ayer por el Gobierno municipal conservador que, sin embargo, mantiene el monolito fascista dedicado a José Antonio Primo de Rivera en pleno centro de la ciudad.
Cada verano se repite la misma historia. La Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica (AGRMH) y familiares de las víctimas homenajean a los republicanos asesinados en el llamado muro del terror y colocan una placa para recordar a sus allegados. Y en cuestión de días, el Ayuntamiento, gobernado por el PP, la desmonta. Es el cuarto año consecutivo que el equipo del alcalde conservador, José Torres Hurtado, retira la placa. Lo hace sin importarle las peticiones de los familiares de las víctimas, para quienes ese objeto conmemorativo tiene un gran valor simbólico. No se trata de ningún mural que recuerde a los fusilados con nombres y apellidos sino de una modesta inscripción: "A las víctimas del franquismo, fusilados en esta tapia por defender la legalidad democrática de la República".
"Han vuelto a borrar la memoria de las víctimas del franquismo"Gesto de generosidad
"Esperábamos un gesto de generosidad y sensibilidad por parte del PP", señaló ayer el portavoz de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, Francisco Vigueras, para quien el PP "ha vuelto a responder con prepotencia para borrar la memoria de las víctimas del franquismo". "Es un guiño a los fascistas de Granada para captar el voto en las próximas elecciones", dijo.
En su opinión, la actitud del Gobierno municipal es, además, un agravio a las víctimas del franquismo y a todos los alcaldes y concejales que fueron fusilados por defender el orden constitucional de la II República, mientras que los fallecidos del bando golpista se encuentran dignamente enterrados en el patio de Santiago, dentro del camposanto, con una placa en la que reza la leyenda: "A los caídos por Dios y por la patria".
"La actitud del Ayuntamiento es un agravio a todos los ediles asesinados"El Gobierno municipal se escudó en que el cementerio ya dispone de un conjunto escultórico, denominado La piedad, en homenaje a "todas las víctimas de la Guerra Civil". "Ellos no quieren piedad, quieren justicia y dignidad", dijo el representante de la AGRMH.
Sin consultar
"Ni siquiera nos consultaron", señaló Gabriel Fernández Valladares, un octogenario que tenía seis años cuando fusilaron a su padre, el concejal socialista Juan Fernández Rosillo, asesinado el 7 de agosto de 1936. "Llevo 75 años esperando que se dignifique el lugar y ni siquiera permiten una placa en memoria de los que asesinaron por defender la legalidad democrática",comentó.
Tanto él, Fernández Rosillo, como la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica confían en que el próximo 2 de agosto, el Gobierno andaluz declare por fin la tapia del cementerio como lugar de memoria histórica para protegerla de una vez y evitar así el ya tradicional espectáculo estival.
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