12 julio 2011

Manifiesto 18 de julio de 2011, de la Plataforma de Sevilla por la República


Hace 75 años la mayoría de los militares, a las órdenes de los terratenientes y capitalistas, y con el apoyo de la jerarquía de la Iglesia Católica, y la inhibición de las llamadas “potencias democráticas occidentales” pusieron en marcha un golpe de estado contra la República.

Con ese golpe, diseñado para aplastar todo movimiento democrático y social y a todas las organizaciones democráticas y de los trabajadores, la reacción, apoyada abiertamente por el fascismo italiano y el nazismo alemán, buscaba acabar con todas las conquistas políticas y sociales arrancadas por el pueblo español en 5 años de régimen democrático e imponer el gobierno de los de siempre.

Para ello, no dudaron en organizar el asesinato genocida de cientos de miles de ciudadanos, que, sin juicio alguno o tras una farsa judicial, pagaron con su vida sus ideales de democracia, de progreso, de revolución social.

Hoy, rendimos homenaje ante este monolito, junto a las murallas de la Macarena, levantado en el lugar donde cientos de sevillanas y sevillanos fueron asesinados por las hordas del criminal Queipo de Llano, a quien la reacción clerical sigue honrando con su entierro en lugar de honor de la cercana basílica de la Macarena, a todos los hombres y mujeres que dieron su vida por oponerse al fascismo.

Para nosotros, no es un ejercicio de nostalgia. En estos últimos meses, cientos de miles de ciudadanos, jóvenes en edad o en espíritu, se movilizan en las calles. Como en los años 30, rechazan un régimen de supuesto bipartidismo en el que el verdadero gobierno lo ejercen los poderosos. Como entonces, exigen democracia real, es decir, democracia política, económica y social.

Con este acto de homenaje a los combatientes republicanos de 1936, queremos expresar también que los jóvenes tienen razón, que es imprescindible, como en 1931, un cambio político y social.

¿Quién puede hoy dar respuesta a las reivindicaciones de los jóvenes? ¿Va a hacerlo el gobierno, que se ha sometido a todas las exigencias del capital y los especuladores? ¿La oposición de derechas, que pide reformas aún peores? ¿La monarquía corrupta que ampara todas las corruptelas? ¿Instituciones como la Unión Europea y el FMI, que imponen a Grecia, a Portugal, a España, un recorte social tras otro? ¡No! Sólo el pueblo trabajador puede abrir paso, con su movilización, a una salida positiva a la situación.

Para nosotros, satisfacer las justas reivindicaciones de los jóvenes, que son las del conjunto de la sociedad, no es posible bajo el corrupto régimen bipartidista de la monarquía, sometido a la dictadura del capital. La situación exige un cambio constitucional, la convocatoria de una Asamblea Constituyente que haga efectivo el derecho al trabajo, el derecho a la vivienda, el derecho a servicios públicos suficientes, el derecho a la tierra, los derechos de los pueblos del estado español, el fin de la corrupción institucionalizada, la democracia real, liberada de la tutela de los mercados capitalistas y de las instituciones que les representan, en definitiva la República.

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