Las dos consultoras del duque de Palma dieron el mayor pelotazo en 2005, cuando facturaron a la asociación 1,7 millones.
Los datos suministrados por la Agencia Tributaria sobre las operaciones con terceros desarrolladas por la entidad sin ánimo de lucro Instituto Nóos en el cuatrienio 2004-2007 señalan que, durante ese periodo, las dos consultoras de Iñaki Urdangarin cobraron de la asociación que él mismo presidía 3,2 millones de euros, y no entre 1,5 y 2 como la semana pasada calculaban los investigadores del caso Palma Arena. En total, el Instituto Nóos obtuvo algo más de 5,3 millones de euros gracias a sus convenios con el Govern balear y la Generalitat valenciana, suscritos en la etapa de Jaume Matas y Francisco Camps, respectivamente, ambos del PP.
Lo anterior significa que las compañías del duque fueron destinatarias finales de casi el 60% de los ingresos de origen público que nutrieron las cuentas del Instituto Nóos. El juez considera que la asociación era una tapadera para “apoderarse” mediante facturas infladas y falsas de fondos públicos, parte de los cuales terminaron en el paraíso fiscal de Belice. Por el momento, la panoplia de presuntos delitos sujetos a investigación se ciñe a falsedad, prevaricación, fraude a la Admi-nistración y malversación.
Además de los 3,2 millones facturados, cargaron al Govern balear 290.000 euros
Desplome y remontada
Para el duque de Palma, el gran pelotazo sustentado en su doble y simultánea condición de presidente de una organización sin ánimo de lucro y dueño de consultorías abiertas para hacer negocio llegó en 2005. Ese año, sus dos compañías de asesoramiento, Nóos Consultoría Estratégica SL y Aizoon SL, ingresaron 1.700.000 euros en total procedentes del Instituto Nóos, según el Modelo 347, documento de máxima fiabilidad, dado que permite cruzar la información sobre facturas aportada por emisor y receptor. El año anterior, las dos mercantiles habían cargado a la asociación altruista algo más de 800.000 euros.
En 2006, año en que el duque abandonó el Instituto Nóos, la cifra se desplomó hasta 110.000 euros, de los que 100.000 fueron captados por Nóos Consultoría y 10.000, por Aizoon. Y, en 2007, los ingresos del aristócrata procedentes de la asociación remontaron hasta los 600.000 euros, obtenidos sólo por Nóos Consultoría, sin la participación de Aizoon, explican las fuentes consultadas.
La información procede del Modelo 347 de Hacienda, que permite cruzar datos
Salvo en lo concerniente a 2006 y 2007, lo explicado en los párrafos anteriores se refiere a la facturación conjunta y no desagregada que Nóos Consultoría y Aizoon endosaron al Instituto Nóos. Pero quienes conocen el caso aseguran que la mayor parte del dinero llegó a la primera de esas dos sociedades. Y con diferencia abrumadora.
Los datos aportados por Hacienda proceden del llamado Modelo 347, un formulario que anualmente deben cumplimentar todas las personas jurídicas que paguen a terceros o cobren de ellos y en el que se reseñan las facturaciones globales superiores a 3.005 euros. Los formularios presentados por el Instituto Nóos en ese cuatrienio ya obran en las diligencias de la pieza separada que, sobre esa entidad y el conglomerado empresarial que la rodeaba, instruye el magistrado José Castro.
Fuentes de la investigación indicaron este lunes a Público que el Modelo 347 de las dos empresas del duque acredita además que ambas facturaron directamente en 2004 en torno a 290.000 euros a los organismos del Govern balear que luego suscribieron con el Instituto Nóos los convenios para organizar dos foros sobre turismo y deportes en 2005 y 2006.
Nóos Consultoría fue la que más cobró, Aizoon estuvo en segundo plano
A la Fundación Illesport, las empresas de Urdangarin le cobraron, en 2004 y sin pasar por el filtro del Instituto Nóos, alrededor de 175.000 euros. Y al Instituto Balear de Turismo (Ibatur) le cargaron alrededor de 115.000 euros. El Modelo 347 no detalla de qué operaciones se desprenden los pagos. Tan sólo consigna quién factura y quiénes pagan y por qué cantidad global al cierre del ejercicio.
Nóos Consultoría Estratégica tiene por administrador a Diego Torres, imputado en el caso desde julio y quien, en junio de 2006, relevó a Urdangarin al frente del Instituto Nóos. Según lo investigado, el yerno del rey se desprendió de sus participaciones en Nóos Consultoría a mediados de 2006, coincidiendo con su salida del Instituto Nóos y su incorporación al consejo de Telefónica Internacional.
Por lo que respecta a Aizoon SL, el yerno del rey comparte títulos con su esposa, Cristina de Borbón. Ambas sociedades nacieron centradas en el negocio inmobiliario, pero pronto giraron hacia el sector de la consultoría y la realización de estudios. Es esa segunda actividad la que permitió a Urdangarin facturar a su ONG.
El duque dejó la primera empresa a mediados de 2006, según lo investigado
Las dos jornadas celebradas en Balears en 2005 y 2006 sobre el deporte como palanca de desarrollo turístico reportaron al Instituto Nóos 2,3 millones de euros. En el País Valencià, y con la misma operativa cumbres sobre las sinergias turístico-deportivas, la asociación ya se había estrenado con anterioridad y gran éxito económico: logró algo más de tres millones de la Generalitat. Los encargos en Valencia consistieron en la organización de tres ediciones consecutivas de 2004 a 2006 de la llamada Valencia Summit, cumbre que también giraba en torno al nexo entre deporte y turismo. El Instituto también cobró por los preparativos para unos hipotéticos Juegos Europeos que jamás llegaron a existir. Según el juez Castro, Urdangarin y su círculo se limitaron a exportar el modelo de Valencia a Balears. Y a plantear la organización de una “réplica” de la Valencia Summit.
Contratos privados en 2003
A tenor de la información recabada ayer por este diario, la investigación no tiene en cuenta el ejercicio 2003, pese a que Urdangarin ya estaba entonces ligado alInstituto Nóos como “administrador”, según el auto por el que el juez Castro ordenó los registros practicados en Barcelona la semana pasada. Y no tiene en cuenta ese ejercicio porque el Instituto Nóos no obtuvo entonces ningún ingreso procedente de las arcas públicas. En cambio, se ha computado 2007 porque el Instituto Nóos cobró entonces dinero atrasado de los convenios suscritos con administraciones públicas. Las fuentes no precisaron si el deudor era aquí la Generalitat valenciana o el Govern balear.
Ayer, fue de nuevo imposible contactar con el yerno del rey o sus portavoces autorizados. Según el diario El País, para preparar su defensa, Urdangarin se ha desplazado ya a España desde Washington, donde reside con su esposa e hijos. Desde que hace ocho días estalló la llamada operación Babel con una batería de registros en sedes barcelonesas ligadas al Instituto Nóos y Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, la Casa Real ha mantenido silencio. La institución se ha limitado a subrayar que “respeta el trabajo judicial”.
El viernes por la noche, el marido de Cristina de Borbón remitió a la delegación de la agencia Efe en Washington un escueto comunicado donde anunciaba que defenderá su “honorabilidad e inocencia”. Y que lo hará desde la convicción de que su actuación profesional “ha sido siempre correcta”.
Relevancia penal al margen, la información que ha trascendido hasta la fecha sobre los negocios de Urdangarin al socaire del Instituto Nóos plantean un problema ético sobre el que nadie de su entorno se ha pronunciado aún. Al facturar al Instituto Nóos, el duque dibuja una situación análoga a la que se produciría si el presidente de una ONG médica le vendiese fármacos comercializados por una empresa de su propiedad.
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